He tenido la suerte de subir un par de veces a la Peña de Cenicientos (1.252 m.). Y seguro que volveré. Mi profesión y mi mujer me llevaron por primera vez allí ... ¡Y cuánto lo agradezco! Después un agente forestal me enseñó mejor el monte en el que se encuentra la Peña.
El Agente Forestal y al menos otro vecino de Cenicientos están muy orgullosos de su Peña, ¿no es así, César? Y no es para menos, yo también lo estaría.
Pues bien, hace unos meses, junto a unos amigos volví a subir a la Peña y aquí voy a dejar unas fotos que lo atestiguan y algunos comentarios de lo que vimos.
Voy a comenzar copiando literalmente lo que al respecto de la peña aparece en la web oficial de Cenicientos: "En las cumbres de Peña Buvera, también conocida como peña grande, y la peña chica o silla de caballo comienzan las primeras estribaciones de la Sierra de Gredos, además de ser el lugar donde nace el río Tietar. Existe en estas montañas una gran riqueza faunística y florística de hecho el término municipal de Cenicientos está incluido en una zona de Especial Protección de las Aves, denominada Encinares del río Alberche y Río Cofio, que considera especies protegidas el águila imperial ibérica, buitre leonado, buitre negro, cigüeña negra, águila perdicera y búho real."
Para situarnos, estamos en el monte número 51 "Albercas y Alberquillas", del Catálogo de Montes de Utilidad Pública de la Comunidad de Madrid, cuyo propietario es el Ayuntamiento de Cenicientos y que se incorporó a dicho Catálogo en 1862 (¿sería uno de los primeros?).
Para situarnos, estamos en el monte número 51 "Albercas y Alberquillas", del Catálogo de Montes de Utilidad Pública de la Comunidad de Madrid, cuyo propietario es el Ayuntamiento de Cenicientos y que se incorporó a dicho Catálogo en 1862 (¿sería uno de los primeros?).
Situación del monte. Fuente: www.madrid.org. Catálogo de Montes de Utilidad Pública. |
No es difícil llegar hasta el pueblo de Cenicientos y desde allí dejar el coche y comenzar a andar, eso sí subiendo y subiendo una cuesta en cuanto entras al monte. También se puede aparcar en un pequeño espacio al lado de una torre de telefonía, cerca de la carretera, desde el que se puede comenzar a andar.
Vista de la Peña. |
Casi desde el inicio de la ruta, podemos apreciar a lo lejos la belleza de La Peña. Y uno puede empezar a desanimarse: ¿Tengo que llegar hasta allí? Pues sí, merece la pena.
A modo de resumen de la vegetación que existe en el monte destacar que existen dos zonas claramente diferenciadas, una es la de solana y la otra la de umbría. En la zona de solana destaca como vegetación arbórea la encina (Quercus ilex ssp ballota), el pino piñonero (Pinus pinea) y el pino resinero (Pinus pinaster), a mayor altitud. En la zona de umbría la vegetación cambia y encontramos cerezo (Prunus avium) y castaño (Castanea sativa) principalmente.
Ascendemos y ascendemos (no es para tanto) y vamos caminando entre encinas, piñoneros y después el pino resinero, en el que se puede ver alguna señal de su anterior aprovechamiento para resinación.
Poco a poco nos adentramos en el monte y ya veremos los primeros cerezos y castaños. En otoño y en primavera son buenos momentos para disfrutar de su belleza.
Caminando entre cerezos y castaños. |
Las vistas son espectaculares. Y además podemos ver una torre de vigilancia de incendios forestales.
El día estaba muy claro y pudimos ver desde allí la Sierra de Gredos (todavía nevada).
Por supuesto, el pueblo de Cenicientos.
Y los pueblos de Ávila de Sotillo de la Adrada, La Adrada, El Tiemblo ... En fin, aunque solo fuera por las vistas, hay que subir a la Peña.
Tras un descanso descendemos pero esta vez yendo por la zona de umbría, donde la masa de castaño va ganando terreno a los pinos poco a poco. Ese día varias especies de mariposas pudimos también observar.
Y por último llegamos al pequeño embalse conocido como Las Albercas. Tuvimos suerte y estaba lleno de agua.
Y fin de la rutita. ¡Otro día inolvidable!